Según las proyecciones de las Naciones Unidas, se estima que la población mundial aumentará casi 2,000 millones de personas en los próximos 30 años, siendo que en el 2050 seremos aproximadamente 9,700 millones de habitantes en el mundo1. Gracias a la estadística podemos saber que el sector de construcción será de mayor relevancia en los próximos años, aquí te decimos el porqué.
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El desarrollo y la infraestructura son piezas clave para mejorar la competitividad empresarial, aumentar la productividad, generar mayor cantidad de empleos, mejorar el bienestar social y reducir las diferencias sociales, es decir, el acceso a los servicios básicos.
El futuro de la inversión en infraestructura para los próximos años, se destinará en la construcción de conectividad para transporte terrestre, agua, redes de alcantarillado, telecomunicaciones, energía eléctrica, puertos marítimos y aeropuertos.
En el informe del Foro Económico Mundial 2018, se calificó a los países con mejor infraestructura y México ocupó el lugar 64 a nivel mundial. Los primeros 10 lugares fueron ocupados por Suiza, Singapur, Hong Kong, Emiratos Árabes, Países Bajos, Japón, Finlandia, Francia, Austria y Estados Unidos2.
El mayor reto ha sido la equidad de recursos y correcta administración del trabajo interno de las empresas constructoras, al igual que fenómenos económicos como la inflación, ya que eleva el costo de materiales.
Un país donde la infraestructura sea prioridad, será un país líder en el mercado empresarial. Las tendencias de infraestructura en México son la potencialización en temas de transporte como implementación de red de autobuses urbanos eléctricos, uso de energías limpias como solar y eólica, y extender la red de banda ancha para que el internet sea equitativo3.
El monto previsto para invertir en los planes de infraestructura del país, equivale al 5 % del PIB actual y se distribuirá a lo largo de 10 años3, esto con base en un análisis del 2021. A pesar de las preocupaciones latentes de efectos directos con la deuda pública o la inflación, se debe considerar un plan fuerte de administración para crear una innovadora y mejorada infraestructura.
La infraestructura trae beneficios para la sociedad, porque ayuda a reducir la desigualdad, sobre todo aumenta la productividad de las empresas por la fácil movilidad, desarrollo social, gestión de más empleos, servicios básicos accesibles y por consecuencia crecimiento económico.
En México se necesitan más y mejores empresas constructoras, donde la administración y dirección tengan una visión hacia el futuro y se considere la implementación de acciones sostenibles.
El sector necesita de profesionistas especializados en la Administración de Empresas de Construcción, quienes conozcan las exigencias actuales y brinden soluciones utilizando sistemas tecnológicos como metodologías productivas propias de esta industria, y con la iniciativa de involucrar a los actores estratégicos que harán posible el avance de cada proyecto tales como: gobierno, instituciones privadas y públicas.
Fuentes:
1: www.un.org
3: www.bbva.com