Con regularidad las empresas tienen que renovarse. Poco a poco los emprendedores han empezado a notar la necesidad de satisfacer problemas tanto económicos como sociales.
En los últimos años, la visión de las organizaciones se ha extendido. Ahora, no solo ven por sus actividades productivas, sino que también integran una visión social. A raíz de ello, se acuñó un nuevo termino, el emprendimiento social.
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Un emprendimiento social es aquel cuyo objetivo es satisfacer las necesidades de la sociedad de su entorno, con el apoyo de una figura empresarial encargada de desarrollar iniciativas y redes para generar valor y beneficios sociales.
El emprendedor social busca transformar gradualmente la calidad de vida de los individuos y, por ende, generar un cambio en una comunidad específica.
Muchas empresas, están integrando dentro su planeación estratégica una rama específica dedicada a la innovación social y departamentos que se encarguen de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Es aquí donde el papel de la Psicología es muy importante.
Cuando se realiza un emprendimiento social es muy importante conectar con la sociedad o con la comunidad a la que se quiere beneficiar y para ello es importante trabajar con las emociones. El papel del psicólogo es entender estas emociones para poder generar vínculos de empatía.
De esta manera, a través de la psicología, se buscan nuevas formas de producir cambios de comportamiento capacitando a la ciudadanía o comunidad y generando nuevas relaciones sociales y nuevos modelos de colaboración. Estos cambios favorecen a que las interacciones entre empresa y sociedad sean más abiertas e interactivas.
Como ves la psicología juega un papel primordial para unir a las empresas y la sociedad, dentro del emprendimiento social. Por eso, te invitamos a conocer las materias sociales de la Licenciatura en Psicología de la Universidad Marista.