En años recientes, cada vez más personas dicen que estudiar una carrera universitaria no vale pena. Sin embargo, en la práctica, haber sido un estudiante universitario abre la puerta a nuevas oportunidades y tiene un gran peso a la hora de conseguir empleo.

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En el mercado laboral, un profesional preparado tendrá mayores posibilidades de conseguir plazas laborales en el extranjero o en empresas importantes de su país, y en consecuencia, poseer un sueldo mayor al promedio.

Estudiando tu carrera en una universidad de prestigio, te ayudará a vincularte con empresas con las que tu escuela tiene convenios o asociaciones. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Egresados de 2019, el 20% de los egresados consiguen su primer empleo remunerado gracias a las prácticas profesionales, lo que te da la posibilidad de comenzar un currículum laboral y obtener un mejor empleo futuro.

Además, si tu universidad cuenta con una incubadora de negocios, puedes comenzar a desarrollar tu propio proyecto con el apoyo de tus maestros, otros profesionales del área y empresas vinculadas. Lo que te ayudará a conocer tu entorno profesional y poner en práctica tus capacidades y habilidades emprendedoras.

A nivel personal, estudiar una carrera universitaria, te ayuda a construir una conciencia más crítica sobre los diversos panoramas del país, mejora tus habilidades comunicativas, de redacción y de trabajo en equipo. Mientras que tus relaciones interpersonales con profesores y alumnos enriquecen tu bagaje cultural y te otorga una nueva perspectiva del mundo.

Aunque mucha gente diga lo contrario, estudiar una carrera universitaria siempre será un diferenciador en tu desarrollo profesional y en el campo laboral. Es por eso, que la Universidad Marista de Mérida ofrece una educación integral que te aporte herramientas para sobresalir y ser un factor de cambio en tu comunidad.

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