5 errores comunes al elegir una carrera (y cómo evitarlos)

Para muchos jóvenes, elegir una carrera universitaria es el primer paso hacia una vida adulta, el momento en que enfrentan una decisión que marcará su futuro profesional.

Por otro lado, no darle la suficiente importancia a este paso también podría hacer que decidas sin saber realmente a lo que te enfrentarás. Aquí te dejamos 5 errores comunes al elegir una carrera y lo más importante; cómo solucionarlos.

1. No informarte

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) clasifica los programas de formación académica en 828 carreras dentro de 88 campos. Lo sabemos, esta información parece abrumadora, son demasiadas opciones y tú sólo debes elegir una, así que sí... elegir una carrera no es tan fácil como parece.

Sin embargo, evadir toda esa información no te va a llevar a nada bueno, al contrario, piensa que esa es la base para tomar cualquier decisión. Hay quienes eligen una carrera sin saber de que se trata realmente y se dejan llevar por lo creen conocer sin investigar más allá.

Solución: Es fácil, infórmate. Seguramente hay carreras que te llaman particularmente la atención, investiga más sobre ellas; perfil de egreso, plan de estudios, campo laboral, qué universidades las imparten, etc. Cuando tengas información sobre varias carreras, contrástalas y reflexiona acerca de cuál te gusta más.

2. Dejar que otros decidan por ti 

El momento de elegir una carrera ha llegado, tus padres, maestros y amigos seguramente buscarán ayudarte a tomar esa decisión y eso está bien, escucha sus consejos y opiniones, pero no permitas que ellos decidan por ti. Muchos tratan de cubrir las expectativas de sus padres, seguir el mismo camino que ellos, alguno que otro enamorado(a) buscará seguir a su pareja, otros más a sus amigos, pero posiblemente en el camino se den cuenta de que tomaron el rumbo equivocado.

Solución: Deja claro a tus padres (o a quien sea necesario) que agradeces sus consejos, pero que serás tú el que decidirá sobre tu futuro simplemente porque se trata de ti y serás tú el que enfrente las consecuencias de sus decisiones, ya sean buenas o malas.

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3. Ir por lo fácil

"Quiero estudiar una carrera que no tenga matemáticas", "Esa carrera no es para mí, es muy difícil", "No puedo pagar esa carrera porque es demasiado cara"... seguro has oído alguna de esas frases, tal vez tu mismo lo has dicho. A veces, cuando tenemos varias opciones, nos angustiamos tanto por no saber qué hacer que acabamos tomando el camino que parece ser más sencillo. Tal vez sea el rumbo correcto, pero el miedo te puede llevar a tomar decisiones equivocadas.

No estamos diciendo que elegir una carrera considerada "fácil" sea una garantía de éxito o fracaso, se trata más bien de que elijas la opción que sea mejor para ti, una carrera en la que puedas trabajar toda tu vida y te sientas satisfecho.

Solución: Pregúntate qué es lo mejor para ti. No temas a los retos, enfréntalos, recuerda que el éxito no es un regalo, sino un premio por el que se trabaja. Quizá no seas tan bueno(a) en algunas áreas, sin embargo tienes interés en ellas, esforzarte en aprender te hará mejor cada día. El secreto está en salir de tu zona de confort para llegar a donde ocurre la magia.

Puedes leer: ¿Por qué estudiar una carrera universitaria?

4. Pensar sólo en el dinero que podrías ganar

Muchas veces, confundimos el éxito con el dinero, hay quienes piensan que el éxito es proporcional al tamaño de una cuenta de banco, es válido pensar así, pero no quiere decir que sea una fórmula aplicable para todas las personas. Pensar solamente en el dinero que podrías ganar y no en las experiencias que podrías vivir o en las cosas que podrías aprender, reduce tu visión de todo lo que podrías lograr.

Solución: No se trata de que no pienses en el dinero al tomar la decisión, sino de que lo hagas de forma diferente, pregúntate qué podrías hacer bien y con gusto por toda la vida aunque no te pagaran por ello. Eso te dará una respuesta bastante cercana de la carrera que deberías elegir. Además, cuando un profesional hace bien su trabajo porque le gusta, es más fácil que destaque entre sus colegas y pueda tener un salario bastante competitivo.

5. Seguir estereotipos

Muchas veces pensamos que los médicos son de una forma, los abogados de otra, los diseñadores de otra, y así sucesivamente. Entonces creemos que no embonamos en una carrera o, al contrario, que sí lo hacemos, pero lo pensamos sólo con base en estereotipos e ideas extendidas que no necesariamente son la realidad. 

 

Dejarte llevar por estereotipos hará que tarde o temprano te des cuenta de que no todo es lo que parece, así que no deberías guiarte por ellos sin informarte antes en qué consisten los estudios, dónde podrías trabajar y cómo sería el entorno donde te desempeñarías.

 

Solución: Duda de todo, aprende a distinguir entre hechos y opiniones. Busca información confiable, puedes solicitar orientación vocacional, ir a universidades, conocerlas y preguntar sobre sus planes de estudio. Algo que seguro te será muy útil es hablar con egresados de la (o las) carrera que te interese, hazles preguntas sobre su vida profesional, sus mayores desafíos, qué es lo que más disfrutan en su trabajo, etc.