Con la llegada de nuevos desarrollos residenciales y comerciales, el flujo migratorio del sureste hacia Mérida, la oferta cultural y de entretenimiento, las industrias que se renuevan, así como el alto grado de seguridad en la ciudad, Mérida se ha vuelto cada vez más grande y cosmopolita.
Lo que más llama la atención de este crecimiento, que se da con mayor intensidad en algunas zonas de la ciudad, es el nivel socioeconómico de quienes están arribando: aquellos que se mudan a Mérida son –normalmente– personas de estados vecinos; no obstante, también llega gente del resto de la República, alejados de su ciudad de origen por la inseguridad o poca prosperidad económica y que están en busca de una mejor calidad de vida comparada con la que tenían en sus lugares de procedencia.
Es simple: tenemos una población creciente y con ella, se multiplican las necesidades sociales, educativas y, más importante que nada, residenciales. Cada año más edificios se construyen, tanto en el sector público como el privado, con el fin de ofrecer más vivienda. Esto hace que se requieran diferentes ocupaciones asociadas con todos los aspectos del sector, incluyendo el diseño de interiores, área que cada vez toma más fuerza.
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Los diseñadores de interiores asumen proyectos residenciales y comerciales, ya que no están limitados a un sólo rubro. Muchas veces, el tipo de proyecto que el profesional elige para trabajar depende de una serie de factores, incluyendo sus preferencias personales, la demanda en su área y su experiencia.
Algunos diseñadores de interiores optan por centrarse exclusivamente en el diseño para hogares; otros pueden centrarse en el interiorismo para empresas y hay quienes pueden decidir dedicarse enteramente a edificios públicos o a gran escala.
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Es por todo lo anterior que si decides estudiar Diseño de Interiores y lo que buscas es alcanzar el boom del diseño en una ciudad que está creciendo exponencialmente, este es el momento ideal para ganar experiencia, ampliar tu portafolio y sobre todo trabajar en interesantes proyectos que te abrirán las puertas.
Con la experiencia laboral, particularmente en una firma de diseño, puedes avanzar y subir de rango, hasta eventualmente convertirte en diseñador en jefe, o bien, abrir tu propia empresa o despacho que podrá, con el tiempo, emplear a futuros diseñadores como lo fuiste tú en un momento.
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